De estos años datan la Comparsa Pata de Cabra de 1857, la Capilla Vocal de la Casa de Socorros con actividad entre 1853 y 1864, la Coral de San Felipe (1863), la Sociedad Pastoril La Aurora María (1865), y las comparsas La Malagueña y Música del Pueblo, ambas de 1869.
Entonces puede fecharse en 1863 y 1864 en adelante cuando en Málaga surge la copla carnavalesca, principal diferenciación frente a otros carnavales, pues se otorga importancia a la expresión cantada.
Las primeras coplas con un tono carnavalesco surgidas en Málaga capital hacia 1863 - 1864 y en los años siguiente, resultan el comienzo de un fenómeno que seguirá perfeccionando sus formas, y que tendrá en el amplio contexto de libertad de la Iª República Española (1873) y en la Constitución de 1876, como principales promotores.
Durante este período, el carnaval en Málaga toma dos estilos diferentes: las clases populares lo celebran en las calles, mientras que la burguesía lo disfruta en lugares cerrados, como el Círculo Mercantil, el Industrial, y los teatros Principal y Cervantes.
Letra del Carnaval de Málaga de 1882:
que ahora estamos en el tiempo
de echar las penas al aire
a ver si las lleva el viento.
¡Vivan las bromas ligeras
que se visten de buen género!
¡Viva esa broma que nunca
nos deja amargos recuerdos!
Tales son las que contiene
esta especie de folleto
dedicado al carnaval
que se presenta riendo
este año más que otros
quizá porque está contento
de ver cómo va el diablo
negociando con acierto.
Echaos todos a la calle,
con disfraces, por supuesto,
y empiece la algarabía
sin salir del buen terreno.
Y pues Carnaval os brinda
con la broma y el jaleo,
¡a gozar y a divertirnos!
que ahora estamos en el tiempo
de echar las penas al aire...
y que se las lleve el viento!
[Fuente: Archivo Díaz de Escovar]
A finales del siglo XIX, la fiesta empieza a adoptar sus formas básicas de celebración, un modelo que irá cambiando y adaptándose a los cambios sociales y políticos con el tiempo.
La organización de actos carnavalescos se multiplicaban año a año, con bailes y concursos de máscaras en el Liceo, Círculo Mercantil, Teatros Principal y Cervantes, incorporándose además los Cafés: El Universal, Independencia... como espacios más populares en los que, probablemente, actuarían los coros y comparsas de modo habitual. Unas agrupaciones, que implicadas en la composición de coplas que versionaban la actualidad local y nacional, comenzaron a editar sus libretos con espacios publicitarios y promocionando su venta como fuente de ingresos, por parte de los grupos de mayor calidad. El Archivo Díaz de Escovar conserva una importante colección de libretos y folletos informativos del carnaval de estos años, además de sus interesantes crónicas manuscritas por las que conocemos los actos carnavalescos de aquellos años y la actuación de murgas y comparsas como Naufragio Marítimo, Los Peinados, Los Indios, Estudiantina Malagueña, entre otras.
Durante la etapa final del siglo XIX y comienzo del siglo XX, Málaga continuaba inmersa en una crisis económica y social, una situación en la que, nuevamente, y tras la evolución de la fiesta, distintos sectores ciudadanos verán en el Carnaval una opción turística de valor para el invierno. Un plan de actuación que será coordinado por la Sociedad Propagandística del Clima y Embellecimiento de Málaga, fundada en 1897, perfilarán aún más el carácter burgués de una parte de la fiesta, y también propulsaría el movimiento más popular.
En 1898 una murga local hacía una letra sobre unas obras en el muelle. Sin duda, se refería a la ampliación portuaria que originó un derribo entre la aduana y el puerto, que es ahora el Paseo del Parque:
…Al entrar en este puerto, señores
nos causó mucha pena y asombro
que entremedio del mar construyesen
un caminito de piedras y escombros…
Copla del Carnaval en Málaga de 1900.
Toda la prensa de Europa
echó a volar el infundio
que el día trece de Noviembre
iba a concluir el mundo.
Hubo quien por no pensar
la muerte que se acercaba
el siete tomó una curva
y el dieciséis le duraba.
Hubo desmayos sencillos
y suicidios espantosos,
camisas y calzoncillos
con perfumes olorosos.
Todos los meses debían
de dar este notición
y entonces progresarían
las fábricas de jabón.
Al parecer fueron multados por la gobernación malagueña por cantar letras políticas, antes de marchar a Ronda para seguir con su gira de actuaciones veraniegas